Ejemplos de Asertividad

Ejemplos prácticos de asertividad
Raquel Hernández

El concepto de asertividad es uno de los más empleados en el campo de la psicología. Si quieres saber qué es la asertividad y cuáles son sus características, sigue leyendo y encontrarás una serie de ejemplos prácticos para entender mejor la funcionalidad de este concepto en el día a día.

¿Qué es la asertividad?

En psicología, se entiende como asertividad la habilidad social y comunicativa que se basa en conocer los propios derechos y defenderlos, así como a respetar los de los demás. Se trata de expresar las opiniones personales y realizar sugerencias de una forma honesta y ordenada, sin caer en la agresividad.

La asertividad es un tipo de comportamiento que se puede aprender, asimilar y mejorar a través de una serie de ejercicios y técnicas que ayudan a fortalecer la autoestima y la confianza en uno mismo.

Características de la asertividad

Cuando hablamos de una persona asertiva, nos referimos a una persona capaz de manifestar su punto de vida, respetando la opinión de los demás, sin recurrir a la pasividad o a la agresividad. Asimismo, otra de las características de la personalidad asertiva es expresar el punto de vista de una forma fluida y coherente, aceptando las críticas y adoptando un tono de voz adecuado.

Generalmente, las personas asertivas cuentan con una sana autoestima, además de un estilo de comunicación respetuoso y educado. Asimismo, ser asertivo ayuda a exponer a los demás cuáles son tus deseos y tus necesidades, y supone un mecanismo muy útil para demostrar dignidad, autoconfianza y respeto por uno mismo. También te ayudará a dar tu opinión de una forma natural, no forzada, a mostrar emociones positivas y negativas, a resolver conflictos cotidianos y a compartir sentimientos y experiencias con los demás, además de favorecer que los demás las compartan contigo.

Ejemplos prácticos de la asertividad

¿En qué casos podemos encontrar situaciones o actitudes asertivas? Te revelamos algunos ejemplos prácticos de asertividad, a continuación:


  1. Ensalzar comportamientos ajenos: se trata de destacar algo positivo de otra persona, de elogiar una actitud o un comportamiento, dando por hecho que "lo correcto y positivo" es lo normal y adecuado. Como por ejemplo: "Me parece muy acertada la forma en la que respondes a los clientes cuando realizar una reclamación".
  2. Saber cómo actuar ante descalificaciones e interrupciones: nos podemos ver envueltos en esta situación cuando alguien interrumpe nuestro discurso o se entromete para desvalorizar nuestra actitud o nuestras acciones. Una respuesta asertiva podría ser la siguiente: "Disculpa, me gustaría poder dar mi opinión al respecto y no me lo permites".
  3. Comenzar las frases con "Entiendo que..." o "Comprendo que...": en este caso, realizamos un reconocimiento hacia la otra persona y, a continuación, planteamos nuestros intereses, como por ejemplo: "Entiendo que tú hayas decidido hacerlo de esta manera, pero yo, en cambio, prefiero emprender este camino".
  4. Enseñar a otra persona a comportarse de forma asertiva: en ocasiones, es posible que necesitemos hacer entender a la otra persona cómo se está comportando y mostrarle cómo podría comportarse y actuar de manera asertiva, como por ejemplo: "Si te enfadas y gritas, no podrás escucharme y tendré muchas dificultades para expresarme. ¿Por qué no dejas de gritar y me escuchas atentamente primero?"
  5. Escuchar de forma activa después de decir "no".
  6. El "no" razonado.
  7. El "no" temporal.
  8. Recordar los propios derechos
  9. Respuesta asertiva frente a la sumisión o la agresividad.
  10. "¿A qué te refieres con...? para buscar la responsbilidad ajena.
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