Seguro que conoces muchas anécdotas de gente que intenta sacar a alguien a bailar y le han dado calabazas con excusas de lo más extrañas, pero, ¿qué pasa cuando eres tú el que no quiere bailar? Bien, si no eres un gran bailarín o una gran bailarina y te mueres de vergüenza solo de pensar en bailar en público o simplemente si no te apetece bailar con esa persona que te lo está pidiendo, lo que necesitas es una de esas excusas de lo más ingeniosas para salir del paso y quedar genial. Las siguientes excusas para no bailar te vendrán genial.
Las excusas más ingeniosas y creíbles para no bailar
Si te ves en esa horrible situación en la que tienes que bailar pero de ninguna de las maneras piensas hacerlo, y no se te ocurre ninguna buena excusa para evitarlo, vamos a dejarte una selección de excusas para no bailar.
- Me ha sentado mal la cena, prefiero quedarme aquí sentado.
- Me duelen mucho los pies con estos zapatos, mejor descanso un buen rato.
- La última vez pisé tan fuerte a mi pareja que se fracturó un dedo, no quieres correr ese riesgo.
- No me gusta esta canción, quizás me anime a la siguiente.
- Tengo agujetas del gimnasio, casi no me puedo ni mover.
- No se seguir el ritmo, va a ser imposible.
- Lo siento, tengo pareja y creo que se ofenderá si me ve bailando con otra persona, pero puedes sacar a bailar a mi amigo.
- Vaya, estaba justo a punto de irme, mejor otro día.
- Me encantaría bailar contigo, pero, antes vamos a hablar un rato para conocernos mejor.
- Claro, pero primero voy a ir a por una copa y ya después bailamos.