No hace falta esperar al dÃa de la madre o del padre para dar las gracias a nuestros familiares más queridos: nuestros padres. No hace falta que sea un dÃa especial para recordarles cuánto les quieres o lo que agradeces todo los sacrificios que han hecho por ti.
Lo mismo ocurre con los hijos. El orgullo que sienten unos padres de sus hijos muchas veces no tiene explicación verbal, pero... ¿no crees que puedes hacer saber tu hij@ lo agradecido que estás de ser su padre o su madre?
Reconocer el amor incondicional de nuestros familiares es algo que no siempre acostumbramos a hacer salvo en dÃas señalados. Asà que, inspÃrate con estas frases de agradecimiento y dedica unas bonitas palabras a esas personas que son tan importantes en tu vida.
Frases de agradecimiento a una hija
- Desde el primer momento que te vi nuestras vidas se llenaron de  alegrÃa y el ver que sigues creciendo hace que me sienta orgulloso de tiÂ
- Hija, tú fuiste un gran maestro. Con sólo nacer me enseñaste a amar
- Eres el arco iris, un bote de oro, mi piedra preciosa, la sal y la pimienta, la miel y la risa. Eres la hija de este papá.
- No solo tu belleza te hace especial, también tu manera de afrontar la vida, siempre se optimista y lucha por tus sueños que todo es posible. Te quiero hija mÃa.
- Siento una enorme gratitud por tenerte a mi lado, tú eres la mayor bendición que el Señor me ha dado y si no fuera por ti mi vida no tendrÃa sentido.
Frases de agradecimiento a los padres
- Un padre no es el que da la vida, eso serÃa demasiado fácil, un padre es el que da el amor. Gracias papáÂ
- Siempre me aconsejaste y me mostraste el mejor camino a seguir. Gracias por ser mi guÃa. Por detenerme cuando debÃas y por empujarme cuando tenÃa miedo de seguir mis sueños.
- Gracias padre mÃo por ser mi héroe y mi ejemplo. Por mostrarme el camino recto que los buenos hombres siguen y por dar todo por mÃ.
- Mi familia más que mi sangre son el Oxigeno de mi existirÂ
- Todos los dÃas le doy gracias a Dios por tener vuestra compañÃa, eres como un ángel guardián que siempre está cuidando de mÃÂ