Poemas de amor famosos

Majo Castillo

Una selección de los poemas de amor más famosos. Seguro que conoces muchos de estos versos de poetas tan conocidos como:

Gustavo Adolfo Becquer | Pablo Neruda |  Mario Benedetti | Octavio Paz | Lope de Vega | Juan Ramón Jimenez | Julio Cortazar

Descubre algunos de los poemas de amor más famosos y románticos de la literatura que te enamorarán. Recopilación de poemas de amor de autores célebres que seguro te dejarán sin palabras. ¡Lee aquí algunos de los más destacados!

Poemas de amor de Mario Benedetti

Compañera, sabes que puedes contar conmigo
no hasta dos o hasta diez sino contar conmigo
si alguna vez adviertes que te miro a los ojos
y una veta de amor reconoces en los míos
no alertes tus fusiles ni pienses qué delirio
a pesar de la veta o tal vez porque existe, puedes contar conmigo.

Si otras veces me encuentras huraño sin motivo,
no pienses qué flojera igual puedes contar conmigo.

Pero hagamos un trato yo quisiera contar contigo
es tan lindo saber que existes uno se siente vivo
y cuando digo esto quiero decir contar
aunque sea hasta dos aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda presurosa en mi auxilio
sino para saber a ciencia cierta
que  puedes contar conmigo.

Mario Benedetti

No sabes cómo necesito tu voz; necesito tus miradas aquellas palabras que siempre me llenaban, necesito tu paz interior; necesito la luz de tus labios! Ya no puedo... seguir así !...Ya... No puedo. Mi mente no quiere pensar no puede pensar nada más que en ti. Necesito la flor de tus manos aquella paciencia de todos tus actos con aquella justicia que me inspiras para lo que siempre fue mi espina mi fuente de vida se ha secado con la fuerza del olvido... me estoy quemando; aquello que necesito ya lo he encontrado pero aún !Te sigo extrañando!

Mario Benedetti

 

Poemas de amor de Miguel Hernández

El amor ascendía entre nosotros
como la luna entre las dos palmeras
que nunca se abrazaron.

El íntimo rumor de los dos cuerpos
hacia el arrullo un oleaje trajo,
pero la ronca voz fue atenazada,
fueron pétreos los labios.

El ansia de ceñir movió la carne,
esclareció los huesos inflamados,
pero los brazos al querer tenderse murieron en los brazos.

Pasó el amor, la luna, entre nosotros
y devoró los cuerpos solitarios.
Y somos dos fantasmas que se buscan
y se encuentran lejanos.

Miguel Hernández

Estoy perdidamente enamorado
de una mujer tan bella como ingrata;
mi corazón otra pasión no acata
y mis ojos su imagen han plasmado.

Si escudriño en mi pecho, triste creo
que otra hermosa me diera sólo enojos
y si sereno miro, ante mis ojos
su figura gentil tan sólo veo.

Con voz trémula le dije mi cariño;
y sarcástica y cruel exclamó: “¡Niño,
conoces el amor sólo de nombre!”

Y desde entonces sufro lo indecible...
¿Por qué, amada mujer, crees imposible
en un cuerpo de niño un alma de hombre?

Miguel Hernández

 

Poemas de amor de Becquer

Podrá nublarse el sol eternamente;
Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la tierra.
Como un débil cristal.
¡todo sucederá! Podrá la muerte
Cubrirme con su fúnebre crespón;
Pero jamás en mí podrá apagarse
La llama de tu amor.

Gustavo Adolfo Becquer

Como en un libro abierto
leo de tus pupilas en el fondo.
¿A qué fingir el labio
risas que se desmienten con los ojos?

¡Llora! No te avergüences
de confesar que me quisiste un poco.
¡Llora! Nadie nos mira.
Ya ves; yo soy un hombre... y también lloro.

Gustavo Adolfo Becquer

Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.

Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres...
¡esas... no volverán!.

Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.

Pero aquellas, cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
¡esas... no volverán!

Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.

Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido...; desengáñate,
¡así... no te querrán!

Gustavo Adolfo Bécquer

Dos rojas lenguas de fuego
que, a un mismo tronco enlazadas,
se aproximan, y al besarse
forman una sola llama;

dos notas que del laúd
a un tiempo la mano arranca,
y en el espacio se encuentran
y armoniosas se abrazan;

dos olas que vienen juntas
a morir sobre una playa
y que al romper se coronan
con un penacho de plata;

dos jirones de vapor
que del lago se levantan
y al juntarse allá en el cielo
forman una nube blanca;

dos ideas que al par brotan,
dos besos que a un tiempo estallan,
dos ecos que se confunden,
eso son nuestras dos almas.

Gustavo Adolfo Becquer

"Por una mirada, un mundo,
por una sonrisa, un cielo,
por un beso... ¡yo no sé
qué te diera por un beso!".

"A una dama de alta alcurnia" de Gustavo Adolfo Bécquer

 

Poemas de amor de Julio Cortazar

Todo lo que de vos quisiera
es tan poco en el fondo
porque en el fondo es todo

como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrones,
el olor de tu cuerpo,
lo que decís de cualquier cosa,
conmigo o contra mía,

todo eso es tan poco
yo lo quiero de vos porque te quiero.

Que mires más allá de mí,
que me ames con violenta prescindencia
del mañana, que el grito
de tu entrega se estrelle
en la cara de un jefe de oficina,

y que el placer que juntos inventamos
sea otro signo de la libertad.

Julio Cortazar

Te amo por ceja, por cabello, te debato en corredores 
blanquísimos donde se juegan las fuentes 
de la luz, 

te discuto a cada nombre, te arranco con delicadeza 
de cicatriz, 

voy poniéndote en el pelo cenizas de relámpago y 
cintas que dormían en la lluvia. 


No quiero que tengas una forma, que seas 
precisamente lo que viene detrás de tu mano, 
porque el agua, considera el agua, y los leones 
cuando se disuelven en el azúcar de la fábula, 
y los gestos, esa arquitectura de la nada, 
encendiendo sus lámparas a mitad del encuentro. 


Todo mañana es la pizarra donde te invento y te 
dibujo, 
pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco con ese 
pelo lacio, esa sonrisa. 

Busco tu suma, el borde de la copa donde el vino 
es también la luna y el espejo, 
busco esa línea que hace temblar a un hombre en 
una galería de museo. 


Además te quiero, y hace tiempo y frío. 

Julio Cortazar

 

Poemas de amor de Juan Ramón Jiménez

En el balcón, un instante
nos quedamos los dos solos.
desde la dulce mañana
de aquel día éramos novios.

-El paisaje soñoliento
dormía sus vagos tonos,
bajo el cielo gris y rosa
del crepúsculo de otoño-.


Le dije que iba a besarla;
bajó, serena, los ojos
y me ofreció sus mejillas
como quien pierde un tesoro.

-Caían las hojas muertas,
en el jardín silencioso,
y en el aire erraba aún
un perfume de heliotropos-.

No se atrevía a mirarme;
le dije que éramos novios,
...y las lágrimas rodaron
de sus ojos melancólicos.

Juan Ramón Jiménez

Vino primero, pura,
Vestida de inocencia.
Y la amé como un niño.

Luego se fue vistiendo
de no sé qué ropajes.
Y la fui odiando, sin saberlo.

Llegó a ser una reina,
fastuosa de tesoros...
¡Qué iracundia de yel y sin sentido!
... Mas se fue desnudando.
Y yo le sonreía.

Se quedó con la túnica
de su inocencia antigua.
Creí de nuevo en ella.
Y se quitó la túnica,
y apareció desnuda toda...

¡Oh pasión de mi vida, poesía
desnuda, mía para siempre!

Juan Ramón Jiménez

 

Poemas de amor de Lope de Vega

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.

Lope de Vega



No sabe qué es amor quien no te ama,
celestial hermosura, esposo bello,
tu cabeza es de oro, y tu cabello
como el cogollo que la palma enrama.

Tu boca como lirio, que derrama
licor al alba; de marfil tu cuello;
tu mano el torno y en su palma el sello
que el alma por disfraz jacintos llama.

¡Ay Dios!, ¿en qué pensé cuando, dejando
tanta belleza y las mortales viendo,
perdí lo que pudiera estar gozando?

Mas si del tiempo que perdí me ofendo,
tal prisa me daré, que un hora amando
venza los años que pasé fingiendo.

Lope de Vega

 

Poemas de amor de Octavio Paz

Me besaba mucho, como si temiera
irse muy temprano... Su cariño era
inquieto, nervioso. Yo no comprendía
tan febril premura. Mi intención grosera
nunca vio muy lejos
¡Ella presentía!
Ella presentía que era corto el plazo,
que la vela herida por el latigazo
del viento, aguardaba ya..., y en su ansiedad
quería dejarme su alma en cada abrazo,
poner en sus besos una eternidad.

Octavio Paz

Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos olas
y la noche es océano.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche desierto.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.

Dos cuerpos frente a frente
son dos astros que caen
en un cielo vacío.

Octavio Paz

 

Poemas de amor de Pablo Neruda

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: "La noche esta estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

Pablo Neruda

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía;

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

Pablo Neruda

"Si tú me olvidas
quiero que sepas
una cosa.
Sabes cómo es esto:
si miro
la luna de cristal, la rama roja
del lento otoño en mi ventana,
si toco
junto al fuego
la impalpable ceniza
o el arrugado cuerpo de la leña,
todo me lleva a ti,
como si todo lo que existe:
aromas, luz, metales,
fueran pequeños barcos que navegan
hacia las islas tuyas que me aguardan.".

"Si tú me olvidas" de Pablo Neruda

"Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,
te amo directamente sin problemas ni orgullo:
así te amo porque no sé amar de otra manera".

"Soneto XVII" de Pablo Neruda

Poemas de amor de Francisco Quevedo

"Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora, a su afán ansioso lisonjera;
mas no de esotra parte en la ribera,
dejará la memoria, en donde ardía:
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a ley severa.
Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
médulas que han gloriosamente ardido,
su cuerpo dejará, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado.".

"Amor constante más allá de la muerte" de Francisco de Quevedo