Hay una serie de conocimientos e ideas que se mantienen en nuestra tradición oral por centenares de años. Cada grupo social ha desarrollado algunas sentencias particulares y que cuentan un poco de su historia, costumbres y creencias. Estas frases se denominan refranes y versan sobre una gran variedad de temas, conocer algunos ejemplos de refranes siempre enriquecerá nuestros conocimientos, tanto culturales como léxicos. A continuación te dejamos algunos refranes españoles antiguos, para que conozcas un poco de la historia popular que nos ha constituido como nación.
Ejemplos de refranes españoles antiguos
Si eres español/a te deben sonar estos ejemplos de refranes, ¿quién no ha escuchado a sus abuelos decirlos alguna vez?
- Aprendiz de todo y oficial de nada.
- Arrieros somos, y en el camino nos encontraremos.
- Aunque la mona se vista de seda, mona se queda.
- Ave que vuela, a la cazuela.
- Burro grande, ande o no ande.
- Cuanto más vieja, más pelleja.
- Dame pan y dime tonto.
- Date prisa, pero no corras.
- De aquellos polvos, vienen estos lodos.
- El buen paño en el arca se vende.
- El buey suelto, bien se lame.
Otros refranes españoles
Por supuesto, los refranes pueden provenir de diferentes épocas, lugares y situaciones, brindándonos una riqueza textual hermosa y característica. Como puedes notar, por lo general tratan de cuestiones cotidianas e intentan explicar o aleccionar en torno a diferentes sucesos. Presta mucha atención a los siguientes ejemplos de refranes españoles antiguos y revisa si encuentras alguno que ya hubieses escuchado con anterioridad.
- El gato escaldado, del agua fría huye.
- El hábito no hace al monje.
- El hambre aguza el ingenio.
- El hambre es muy mala consejera.
- El mejor escribano echa un borrón.
- El que calla, otorga.
- El que espera, desespera.
- El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.
- El que fue a Sevilla perdió su silla.
- El que guarda, siempre tiene.
- El que la sigue, la consigue.
- El que mucho habla, mucho yerra.
- El que mucho ofrece, poco da.
- El que no llora, no mama.
- El que no se consuela, es porque no quiere