El razonamiento es la clave principal de los argumentos deductivos e inductivos. A través de una serie de premisas se llega a una conclusión válida y demostrable.
Diferenciaremos el escrito (deductivo o inductivo) dependiendo de cómo se expresen los argumentos. La estructura del texto varía en función del tipo de lenguaje que se emplee. Para entender mejor ambos tipos de argumentos explicaremos con ejemplos en qué consiste los argumentos deductivos y los inductivos.
¿Qué son los argumentos deductivos e inductivos?
Los argumentos deductivos tienen una base lógica detrás, se formula una hipótesis y a través de premisas verdaderas se llega a una conclusión. Los argumentos inductivos no son necesariamente verdaderos, pero se expresan de manera convincente para conducir al lector hasta la conclusión establecida.
Podemos establecer que los argumentos deductivos se basan en la demostración verdadera de los hechos, mientras que los argumentos inductivos se basan en el razonamiento probable lo que pueden llevar a conclusiones sesgadas, discriminatorias o falsas.
Características de los argumentos deductivos e inductivos
Como hemos visto la característica de los argumentos inductivos es que no tienen una base lógica. Se basan principalmente en la intuición y la manera de exponer las premisas afectan directamente al resultado.
Otra característica de los argumentos deductivos e inductivos es la estructura que siguen. Mientras que los argumentos deductivos parte de premisas generales que derivan en una conclusión específica, los argumentos inductivos son todo lo contrario, parte de un hecho concreto y llega a una conclusión general.
Los textos argumentativos tienen el objetivo de influir en las creencias o conductas de las personas. Pueden ser deductivos y basados en hechos generales verdaderos, o inductivos y utilizar un razonamiento genérico. Por ello, ambos pueden ser tomados como ejemplos de textos argumentativos.
Ejemplos de argumentos deductivos
La deducción consiste en obtener una conclusión basada en el razonamiento. A través de la hipótesis general se demuestra un hecho, utiliza una estructura similar a los silogismos filosóficos. Estos son algunos ejemplos de argumentos deductivos:
Premisa 2: Aristóteles es un hombre.
Conclusión: Aristóteles es mortal.
Premisa 2: B es igual a C.
Conclusión: Entonces, A es igual a C
Premisa 2: Los periquitos son aves.
Conclusión: Los periquitos tienen plumas.
Premisa 2: Las plantas efectúan el proceso de fotosíntesis.
Conclusión: Los ficus efectúan la fotosíntesis.
Ejemplos de argumentos inductivos
Los argumentos inductivos se basan en premisas que pueden ser verdaderas o no, pero mediante el razonamiento se llega a la conclusión. A no ser que se muestre una excepción este argumento se toma como válido, pero puede caer en fallos. Algunos ejemplos de argumentos inductivos son:
Premisa 2: La mayoría de los griegos comen pescado.
Conclusión: Sócrates comió pescado.
Premisa 2: La carnicería también cerró hoy temprano
Conclusión: Todos los establecimientos del barrio cierran hoy temprano
Premisa 2: María, la hermana de Pepe, también es una chica amable y educada
Conclusión: En la familia de Pepe y María son amables y educados
Premisa 2: Pedro cenó pescado ayer y se encontró indispuesto
Conclusión: Si cenas pescado te sentará mal la cena
Premisa 2: Macarena dejó de crecer a los 18 años
Conclusión: En la adolescencia dejamos de crecer
Premisa 2: A mi amiga le compraron un hámster y es marrón
Conclusión: Todos los hámsters son marrones
En resumen, los argumentos deductivos parten de una premisa general y verdadera hasta una conclusión específica y también verdadera. Los argumentos inductivos utilizan algo específico para concluir en algo genérico, y no tiene porque ser cierto 100%.