Si en alguna ocasión has empleado el pronombre personal "la" o "las" como un objeto indirecto, entonces has cometido lo que se llama como laísmo, que debería ser sustituido (salvo algunas excepciones) por "le" o "les". ¿Te suena? Esto es una duda ortográfica bastante habitual, por ello vamos a contarte todo lo que debes saber sobre el laísmo con ejemplos incluídos. ¡Toma nota!
¿Cuándo se produce un laísmo?
Con el laísmo sucede algo similar a lo que sucede con el loísmo. Para la RAE el laísmo es resultado de un uso incorrecto del complemento directo femenino, que debería escribirse como "le" o "les" pero que ha dado lugar a "la" o "las". Así, la normativa, o la norma culta del español no admite el laísmo y lo considera como un vulgarismo.
10 ejemplos de laísmos
A continuación encontrarás 10 ejemplos en los que el laísmo está presente en nuestro vocabulario, pero que su uso es impropio y no es correcto, tal y como afirma la RAE. En estos ejemplos, como es el caso del primero donde establece "las dije" lo correcto sería "les dije" y así sucesivamente.
- Las dije que no cogieran el metro.
- La ofrecí que se viniera conmigo al pueblo.
- A Roberta la dolía la mano y se fue al médico.
- Lo dijo en más de una ocasión pero ninguno la hizo caso.
- La pregunté para saber si había tenido noticias de José.
- A Paula la gusta cantar en la ducha.
- La compré un regalo por su cumpleaños.
- La ofrecí diseñar yo las invitaciones.
- Dala un beso, no sabrás cuándo la volverás a ver.
- Dala el móvil ya.